Ante los pedidos presentados, arrepentida de los argumentos que desoyó cuando ordenó la prisión preventiva y acorralada por la presión social ante tamaña injusticia, la jueza Mónica López Osornio acaba de ordenar la excarcelación de Matías Faray. En un par de horas, Matías estará cruzando la puerta de la comisaría Nº2 de Villa Tesei a la cual jamás debió ingresar.
viernes, 29 de abril de 2011
domingo, 24 de abril de 2011
Bajada de Línea, canal 9
Fragmento del programa "Bajada de Línea" del domingo 24 de Abril. En donde se explica quien es Matias Faray, por medio de una introducción que realiza Victor Hugo Morales, conductor del programa. Sebastian Basalo, Director de la revista THC. Y en el final la diputada nacional Victoria Donda, comenta el proyecto de ley propuesto por su bloque parlamentario, para la futura reforma de la ley de drogas.
Miradas al Sur: Preso por fumar marihuana
Preso por fumar marihuana
Por Sebastian Basalo y Martín Armada, director y editor de la Revista THC
El edificio fue inaugurado en los ’60. Es una construcción básica, recta. Es una comisaría bonaerense, donde a los extraños se los recibe con más preguntas que respuestas, donde el aire se vuelve menos denso sólo cuando el abogado de un detenido saca su carnet y se identifica. Las casi tres décadas de democracia parecen haber conquistado eso: que donde gobierna la policía, un gesto adusto sólo se torne amigable en los minutos que dura la presencia de un representante legal. Cuando ésta se desvanece, la situación vuelve a su dureza original y los procedimientos retroceden a un estado primitivo en el que las garantías son una formalidad que puede obviarse.
Detrás de la recepción de la Comisaría Nº2 de Villa Tesei hay un pasillo de no más de un metro de ancho. Al final del pasillo, hay una reja que permanece cerrada. Detrás de la reja hay un corredor por el que se accede a los calabozos. En cada calabozo, entre un centenar de cucarachas, conviven cuatro personas. En medio de uno de estos grupos, en un rincón, está Matías, detenido hace diez días por plantar marihuana en su balcón. Espera ver entrar a su abogada con una docena de facturas y varios papeles con los que le explicará cómo encarar la difícil tarea de enfrentarse a los vericuetos de un Estado que lo puede condenar a 15 años de prisión. Del otro lado de las rejas, lo esperan un trabajo ya en riesgo y una madre que padece una enfermedad terminal y a quien Matías ayuda económicamente.
El enemigo público. Matías Faray es un hombre de 32 años que no sólo cultiva la marihuana que fuma en la intimidad de su hogar una vez vuelto de la zapatería que tiene a cargo hace diez años. Matías es además una persona pública. Hace dos años apareció abrazado a Elba, su madre, en las páginas de la revista THC (Nro. 14) donde ahora escribe. Allí contó el arduo trabajo que le tomó convencerla de que fumar marihuana no lo hacía un criminal y que, para evitar consumir una sustancia de origen desconocido, cultivarla era la salida más saludable y, políticamente, más adecuada para combatir el narcotráfico al que tanto padres como hijos se oponen.
En mayo del año pasado, formaría parte de la organización de la Marcha por la despenalización en Buenos Aires, donde daría un discurso contundente frente a los más de ocho mil manifestantes que se congregaron en las puertas del Congreso Nacional. “¡Cultivemos, no compremos más! ¡Dejemos de alimentar el narcotráfico!”, arengó desde la tarima, y les reclamó a los legisladores la urgente despenalización de la tenencia de drogas y el cultivo, para que la lucha estatal se centre en frenar el narcotráfico y ya no en esposar a los usuarios.
Hace unos meses, el reconocimiento social de Matías lo llevó al programa de televisión de Víctor Hugo Morales. Esta vez, explicó nuevamente cómo y por qué cultiva marihuana, abriendo amablemente la puerta de su casa y su cultivo a un público masivo, puertas que la Justicia argentina prefirió patear sin dignarse a tocar el timbre. Apenas minutos después de las 19 horas del pasado jueves 14 de abril, la Policía Bonaerense irrumpió en el departamento que Matías comparte con su novia en el barrio de Villa Tesei, con una orden de allanamiento en la que se lo acusaba de incurrir en el delito de “siembra, cultivo y guarda de semillas para producir estupefacientes”, penado con 4 a 15 años de prisión. Bastó con una denuncia anónima de un vecino y un par de fotos que la policía tomó de las plantas que tenía en su balcón.
El resultado del operativo fue el secuestro de 25 plantas y plantines de marihuana y poco más de un kilo de cogollos secos listos para hacerse humo, lo suficiente para llevarlo detenido por el delito que se le imputaba. Y ya que estaban, se llevaron un revólver calibre 22 que Matías no registró en el Renar y por el que ahora enfrenta también una acusación por “tenencia simple de arma civil”. Al otro día, el Ministerio de Seguridad bonaerense, a cargo de Ricardo Casal, emitió un comunicado a todas las redacciones de los periódicos anunciando que Matías cultivaba marihuana en su departamento “para su posterior comercialización”, a pesar de que no habían encontrado ningún indicio de comercio en el allanamiento, algo que los propios fiscales corroboraron a la hora de confirmar la carátula como de simple “cultivo”. Grassi sí, Matías no. Esa misma tarde, al prestar declaración, Matías repitió lo mismo que ya les había contado a lectores, manifestantes y televidentes. Sin poder mirarlo a los ojos, los fiscales debieron escuchar las casi dos horas en las que Matías les contó lo mucho que le gusta fumar faso, los beneficios medicinales de la marihuana y, sobre todo, de la que él mismo cultiva, algo que le permite dejar de alimentar el mercado negro pero que la Ley de Drogas vigente, en defensa de los intereses de los que trafican, prohíbe. Pero fue en vano. Minutos antes de oír su declaración, como suele ocurrir en la Justicia bonaerense, ya habían ordenado su detención, por lo que lo volvieron a esposar y lo mandaron de regreso al calabozo.
La defensa de Matías presentó de inmediato un pedido de excarcelación, pero la jueza de Garantías de Morón Mónica López Osornio, la misma que en 2002 le otorgó al sacerdote pedófilo Julio César Grassi el beneficio de cumplir la prisión preventiva en su casa, entendió que como el delito que se le imputa por “sembrar o cultivar” plantas de marihuana tiene una pena mínima de 4 años de prisión, formalmente Matías debía quedar detenido. A pesar de sus declaraciones públicas y judiciales, todavía debe demostrar “inequívocamente” que es un usuario para que le puedan cambiar la carátula a “cultivo para consumo personal”.
Poco les debe importar a algunas personas que la despenalización de la tenencia de drogas haya pasado de ser un pedido a una deuda de la democracia y que quienes se oponen a ellas terminen siendo cómplices del narcotráfico. Independientemente de esta intolerancia, tienen que enterarse que lo que nuestra ley de drogas está poniendo en juego en estos casos es algo tan esencial como los derechos humanos.
Sobre el final de la charla con su abogada, Matías le da un par de papelitos arrugados con las cartas que le escribió a su familia y busca un abrazo antes de caminar de regreso a su celda. Uno de sus compañeros se acerca y le palmea la espalda. “A no bajar los brazos, viejo, que acá es muy fácil decaer.” Sabe de lo que habla: en los últimos meses, en ese mismo calabozo se suicidaron dos detenidos.
Fuente: Miradas al Sur
Link: http://sur.elargentino.com/notas/preso-por-fumar-marihuana
Por Sebastian Basalo y Martín Armada, director y editor de la Revista THC
El edificio fue inaugurado en los ’60. Es una construcción básica, recta. Es una comisaría bonaerense, donde a los extraños se los recibe con más preguntas que respuestas, donde el aire se vuelve menos denso sólo cuando el abogado de un detenido saca su carnet y se identifica. Las casi tres décadas de democracia parecen haber conquistado eso: que donde gobierna la policía, un gesto adusto sólo se torne amigable en los minutos que dura la presencia de un representante legal. Cuando ésta se desvanece, la situación vuelve a su dureza original y los procedimientos retroceden a un estado primitivo en el que las garantías son una formalidad que puede obviarse.
Detrás de la recepción de la Comisaría Nº2 de Villa Tesei hay un pasillo de no más de un metro de ancho. Al final del pasillo, hay una reja que permanece cerrada. Detrás de la reja hay un corredor por el que se accede a los calabozos. En cada calabozo, entre un centenar de cucarachas, conviven cuatro personas. En medio de uno de estos grupos, en un rincón, está Matías, detenido hace diez días por plantar marihuana en su balcón. Espera ver entrar a su abogada con una docena de facturas y varios papeles con los que le explicará cómo encarar la difícil tarea de enfrentarse a los vericuetos de un Estado que lo puede condenar a 15 años de prisión. Del otro lado de las rejas, lo esperan un trabajo ya en riesgo y una madre que padece una enfermedad terminal y a quien Matías ayuda económicamente.
El enemigo público. Matías Faray es un hombre de 32 años que no sólo cultiva la marihuana que fuma en la intimidad de su hogar una vez vuelto de la zapatería que tiene a cargo hace diez años. Matías es además una persona pública. Hace dos años apareció abrazado a Elba, su madre, en las páginas de la revista THC (Nro. 14) donde ahora escribe. Allí contó el arduo trabajo que le tomó convencerla de que fumar marihuana no lo hacía un criminal y que, para evitar consumir una sustancia de origen desconocido, cultivarla era la salida más saludable y, políticamente, más adecuada para combatir el narcotráfico al que tanto padres como hijos se oponen.
En mayo del año pasado, formaría parte de la organización de la Marcha por la despenalización en Buenos Aires, donde daría un discurso contundente frente a los más de ocho mil manifestantes que se congregaron en las puertas del Congreso Nacional. “¡Cultivemos, no compremos más! ¡Dejemos de alimentar el narcotráfico!”, arengó desde la tarima, y les reclamó a los legisladores la urgente despenalización de la tenencia de drogas y el cultivo, para que la lucha estatal se centre en frenar el narcotráfico y ya no en esposar a los usuarios.
Hace unos meses, el reconocimiento social de Matías lo llevó al programa de televisión de Víctor Hugo Morales. Esta vez, explicó nuevamente cómo y por qué cultiva marihuana, abriendo amablemente la puerta de su casa y su cultivo a un público masivo, puertas que la Justicia argentina prefirió patear sin dignarse a tocar el timbre. Apenas minutos después de las 19 horas del pasado jueves 14 de abril, la Policía Bonaerense irrumpió en el departamento que Matías comparte con su novia en el barrio de Villa Tesei, con una orden de allanamiento en la que se lo acusaba de incurrir en el delito de “siembra, cultivo y guarda de semillas para producir estupefacientes”, penado con 4 a 15 años de prisión. Bastó con una denuncia anónima de un vecino y un par de fotos que la policía tomó de las plantas que tenía en su balcón.
El resultado del operativo fue el secuestro de 25 plantas y plantines de marihuana y poco más de un kilo de cogollos secos listos para hacerse humo, lo suficiente para llevarlo detenido por el delito que se le imputaba. Y ya que estaban, se llevaron un revólver calibre 22 que Matías no registró en el Renar y por el que ahora enfrenta también una acusación por “tenencia simple de arma civil”. Al otro día, el Ministerio de Seguridad bonaerense, a cargo de Ricardo Casal, emitió un comunicado a todas las redacciones de los periódicos anunciando que Matías cultivaba marihuana en su departamento “para su posterior comercialización”, a pesar de que no habían encontrado ningún indicio de comercio en el allanamiento, algo que los propios fiscales corroboraron a la hora de confirmar la carátula como de simple “cultivo”. Grassi sí, Matías no. Esa misma tarde, al prestar declaración, Matías repitió lo mismo que ya les había contado a lectores, manifestantes y televidentes. Sin poder mirarlo a los ojos, los fiscales debieron escuchar las casi dos horas en las que Matías les contó lo mucho que le gusta fumar faso, los beneficios medicinales de la marihuana y, sobre todo, de la que él mismo cultiva, algo que le permite dejar de alimentar el mercado negro pero que la Ley de Drogas vigente, en defensa de los intereses de los que trafican, prohíbe. Pero fue en vano. Minutos antes de oír su declaración, como suele ocurrir en la Justicia bonaerense, ya habían ordenado su detención, por lo que lo volvieron a esposar y lo mandaron de regreso al calabozo.
La defensa de Matías presentó de inmediato un pedido de excarcelación, pero la jueza de Garantías de Morón Mónica López Osornio, la misma que en 2002 le otorgó al sacerdote pedófilo Julio César Grassi el beneficio de cumplir la prisión preventiva en su casa, entendió que como el delito que se le imputa por “sembrar o cultivar” plantas de marihuana tiene una pena mínima de 4 años de prisión, formalmente Matías debía quedar detenido. A pesar de sus declaraciones públicas y judiciales, todavía debe demostrar “inequívocamente” que es un usuario para que le puedan cambiar la carátula a “cultivo para consumo personal”.
Poco les debe importar a algunas personas que la despenalización de la tenencia de drogas haya pasado de ser un pedido a una deuda de la democracia y que quienes se oponen a ellas terminen siendo cómplices del narcotráfico. Independientemente de esta intolerancia, tienen que enterarse que lo que nuestra ley de drogas está poniendo en juego en estos casos es algo tan esencial como los derechos humanos.
Sobre el final de la charla con su abogada, Matías le da un par de papelitos arrugados con las cartas que le escribió a su familia y busca un abrazo antes de caminar de regreso a su celda. Uno de sus compañeros se acerca y le palmea la espalda. “A no bajar los brazos, viejo, que acá es muy fácil decaer.” Sabe de lo que habla: en los últimos meses, en ese mismo calabozo se suicidaron dos detenidos.
Fuente: Miradas al Sur
Link: http://sur.elargentino.com/notas/preso-por-fumar-marihuana
Página 12: Militante detenido
POSESION DE PLANTAS DE MARIHUANA
Militante detenido
Hace diez días que Matías Faray está preso por cultivar en su casa 10 plantas de cannabis y otros 15 plantines que aún no florecieron en su departamento de Morón, al oeste del conurbano bonaerense. Según la policía de ese distrito, se hicieron trabajos “de inteligencia” que demostrarían que el joven vendía marihuana. Sin embargo, los agentes desconocían que Faray es un activista por la legalización de esta planta, que habló frente a una multitud en la última marcha al Congreso para reclamar la reforma de la Ley de Drogas e incluso salió en diarios, revistas y hasta en televisión por este tema.
El operativo que tuvo a este militante como objetivo ocurrió el 14 de abril pasado en la casa de Faray. En la colecta de pruebas se encontró, además de las plantas, “un arma de uso civil”. Aunque la policía bonaerense se apresuró a imputarle cultivo para comercialización, de momento la Justicia lo acusa de “cultivo o siembra de plantas”, figura que conlleva penas de 4 a 15 años. Desde entonces, el activista está preso y aunque la abogada Gabriela Basalo reclama su liberación, la jueza Mónica López Osornio aún no decidió otorgarle la excarcelación ni una morigeración, como lo hizo con el cura pedófilo Julio César Grassi.
Fuente: Página 12
Link: http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-166896-2011-04-24.html
Militante detenido
Hace diez días que Matías Faray está preso por cultivar en su casa 10 plantas de cannabis y otros 15 plantines que aún no florecieron en su departamento de Morón, al oeste del conurbano bonaerense. Según la policía de ese distrito, se hicieron trabajos “de inteligencia” que demostrarían que el joven vendía marihuana. Sin embargo, los agentes desconocían que Faray es un activista por la legalización de esta planta, que habló frente a una multitud en la última marcha al Congreso para reclamar la reforma de la Ley de Drogas e incluso salió en diarios, revistas y hasta en televisión por este tema.
El operativo que tuvo a este militante como objetivo ocurrió el 14 de abril pasado en la casa de Faray. En la colecta de pruebas se encontró, además de las plantas, “un arma de uso civil”. Aunque la policía bonaerense se apresuró a imputarle cultivo para comercialización, de momento la Justicia lo acusa de “cultivo o siembra de plantas”, figura que conlleva penas de 4 a 15 años. Desde entonces, el activista está preso y aunque la abogada Gabriela Basalo reclama su liberación, la jueza Mónica López Osornio aún no decidió otorgarle la excarcelación ni una morigeración, como lo hizo con el cura pedófilo Julio César Grassi.
Fuente: Página 12
Link: http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-166896-2011-04-24.html
jueves, 21 de abril de 2011
Tiempo Argentino: Un arresto reaviva el debate por la despenalización de la marihuana
El militante pro cultivo Matías Faray fue detenido con 25 plantas
Un arresto reaviva el debate por la despenalización de la marihuana
Por Juan Diego Britos y Martín Sassone
Policías de la comisaría de Villa Tesei allanaron su casa luego de la denuncia de un vecino. Lo acusaron de vender drogas, pero la justicia de Morón sólo le imputó cultivo y siembra. Pese a eso, sigue preso con delincuentes comunes.
Una clásica redada policial: muchos agentes en acción y algunos patrulleros estacionados sobre la colectora de la Autopista del Oeste, a metros del cruce de Gaona y Vergara, en Morón. Ansiosos, los empleados de la estación de servicio ubicada en esa esquina esperan que los investigadores saquen al temible criminal. Lentamente, los curiosos se amontonan. Nadie quiere perderse el show. A los pocos minutos comienza el desfile. Primero sacan al sospechoso, un joven flaco, barbudo, que vive en el tercer piso de un edificio. Detrás salen los policías, que llevan 25 plantas de marihuana, macetas, semillas rotuladas y otros elementos que el muchacho utilizaba para cultivar cannabis.
“Cultivaba marihuana en su departamento para su posterior comercialización. Se secuestraron plantas de distintos tamaños, que se encontraban en el balcón con iluminación artificial, sistema de aire y distintos tableros eléctricos para generar atmósfera adecuada para su crecimiento”, decía el parte que el Ministerio de Seguridad bonaerense se encargó de mandar a las redacciones de los medios el viernes 15 de abril. Aunque eso no era del todo cierto.
“No le pudieron comprobar la comercialización. Los policías le habían dicho a la fiscal que el sembraba, cultivaba y vendía. Pero esto no era así”, dijo un vocero a Tiempo Argentino.
Según fuentes policiales, un llamado a la comisaría alertó sobre los movimientos “sospechosos” en el departamento de Matías. “Podría ser una vecina o un vecino policía”, apuntó una fuente. El operativo fue autorizado por la jueza de Garantías de Morón Mónica López Osornio, la misma que en 2002 benefició al cura pedófilo, Julio Cesar Grassi, con un régimen de libertad morigerada.
Pese a la acusación policial, a Matías lo procesaron por violar el inciso A del artículo 5 de la Ley 23.737 (también llamada Ley de Drogas) que reprime “con reclusión o prisión de cuatro a 15 años (...) el que sin autorización o con destino ilegítimo siembre o cultive plantas o guarde semillas utilizables para producir estupefacientes, o materias primas, o elementos destinados a su producción o fabricación”.
Durante el allanamiento, los policías encontraron un revólver calibre 22 corto sin papeles. Sin embargo, cuando declaró en la fiscalía de Morón, el muchacho dijo que el arma era de un amigo, que ahora vive en España. “Pensé en llevarla al RENAR”, confesó antes de ser trasladado a la comisaria de Villa Tesei, donde permanece detenido en una celda junto a presos comunes. Los voceros agregaron que cuando enfrentó a los fiscales, Matías “dio una clase magistral de cultivo, habló de propiedades medicinales de la marihuana y afirmó que está comprometido con la causa de la despenalización”.
El lunes próximo, luego del fin de semana largo, la fiscalía a cargo del expediente pedirá la prisión preventiva para Matías. De ser así, su defensa, a cargo de los abogados de la revista canábica THC, podrá solicitar la morigeración de pena y así él podría recuperar la libertad. Pero no sus plantas.
Lo más curioso de este caso es que, mientras desde el ministerio de Ricardo Casal anunciaban la detención de Matías, cuatro agentes de la Bonaerense –que aparecieron en las escuchas telefónicas de una banda narco– eran capturados por piratería del asfalto, comercialización de drogas y robos de automotores. Casualidad o no, todos los detenidos se desempeñaban en la DDI de Morón, el mismo municipio donde vive Matías.
Fuente: Tiempo Argentino
Link: http://tiempo.elargentino.com/notas/arresto-reaviva-debate-despenalizacion-de-marihuana
Recuadro
Explicaciones poco convincente
Al cierre de esta edición, Matías Faray continuaba detenido en la comisaría de Villa Tesei, en Avenida Vergara al 2300. Tiempo Argentino se comunicó con el jefe de esa seccional, comisario Sergio Iglesias, que respondió sobre los motivos que llevaron a los agentes de esa dependencia a realizar el allanamiento que terminó con la detención.
– Comisario, ¿en qué se basaron para allanar el domicilio de Matías Faray?
–En una investigación realizada por efectivos de esta comisaría.
–¿Los agentes comprobaron que vendía drogas?
–La cantidad incautada hace pensar que no era para consumo personal.
–¿Pero ustedes sabían la cantidad que iban a encontrar antes de allanar?
–No.
–¿A la fiscalía aportaron filmaciones y fotos de Matías Faray vendiendo drogas?
–No.
–Antes de allanar la casa, ¿los investigadores sabían que Faray era militante pro cultivo y que fue entrevistado en el programa de Víctor Hugo Morales?
– No.
–¿Sabían que en mayo de 2010 habló en la marcha a favor de la despenalización del cultivo de marihuana frente al Congreso de La Nación?
– No.
–¿Los investigadores no podrían haber colocado el nombre y apellido del acusado en Internet para enterarse de quién era, sin necesidad de irrumpir en su domicilio?
–No. Ni siquiera sabía que esta persona aparece en Internet.
–No hubo fotos, filmación ni búsqueda en la Web. Tenían información a mano. Ahora la fiscalía dice que no se comprobó la comercialización, ¿cómo investigaron?
– Eso no se lo puedo decir.
Fuente: Tiempo Argentino
Link: http://tiempo.elargentino.com/notas/explicaciones-poco-convincentes
Recuadro
Una ley nefasta que promueve los males que dice perseguir
Por Sebastián Basalo, director de la revista THC
Mientras se escriben estas líneas, un querido amigo se encuentra tras las rejas por cultivar marihuana para su consumo. Su familia lo está sufriendo y su laburo está en riesgo. La Policía Bonaerense, con el aval de la justicia y el beneplácito de la gobernación provincial, dio un paso más en su deliberada promoción del narcotráfico: acaba de encerrar, como de costumbre, a un usuario de marihuana que plantaba para no tener que ir a comprar al mercado negro, promoviendo directamente que se financie el narcotráfico que dicen querer combatir.
Obviamente que este gran bochorno no es un capricho jurídico-policial, sino que es posible porque nuestra Ley de Drogas 23.737 lo exige, cuando en lugar de circunscribir su accionar a los delitos relacionados con el tráfico, penaliza abiertamente a aquellos que “tienen” o “cultivan”, y explica en sus fundamentos que de este modo, al detener a todos los que tengan drogas y obligarlos a demostrar frente a un juez que son usuarios, se iba a llegar a identificar a los grandes narcotraficantes. A pesar de violar todo principio de inocencia, tuvieron que pasar más de 20 años de aplicación de este modelo para comprobar que de las más de 12 mil personas detenidas por año, menos de diez terminan siendo condenadas por comercio y más de 10 mil demuestran que su “tenencia es para consumo personal”.
Así, nuestra nefasta Ley de Drogas no hizo más que promover los males que dice perseguir: expandió el narcotráfico, facilitó el surgimiento de cocinas de pasta base de cocaína y elevó por las nubes los índices de consumo de drogas. Sin contar los más de 40 millones de pesos que le hace gastar al Estado en el jueguito de detener usuarios para posibilitar un gran negocio. En base a estos hechos, ya no queda lugar a dudas. Todas aquellas personas que se oponen a la despenalización de la tenencia de drogas y el autocultivo son, por acción u omisión, promotores y cómplices del narcotráfico. ¿No deberían dar explicaciones por ello?
Fuente: Tiempo Argentino
Link: http://tiempo.elargentino.com/notas/una-ley-nefasta-que-promueve-los-males-que-dice-perseguir
Recuadro
El autocultivo de marihuana va en contra del narcotráfico
Por Victoria Donda, diputada nacional de la agrupación Libres del Sur
Nuestro proyecto propone la despenalización del consumo y la tenencia simple de drogas. También proponemos despenalizar el autocultivo de marihuana, que va en contra del narcotráfico. Un ejemplo es el caso de Brasil, donde el PT propuso la creación de cooperativas de marihuana para combatir el narcotráfico.
En nuestro país el tráfico de drogas existe en connivencia con la policía y con un sector del poder político. De otra manera, sería imposible que existan redes de narco que envíen toneladas de droga en avión a Europa –desde el aeropuerto de Palomar, no muy lejos de la casa de Faray– o que exista una pista de aterrizaje en Formosa, ubicada en una propiedad del ex concejal Héctor Hugo Palma.
La ley tiene que ser muy dura con los que trafican en los barrios, no con pibes como Matías. Este punto tiene que quedar bien en claro: el narcotráfico perdura gracias a los contactos que mantiene con policías y políticos.
Por otra parte, el andamiaje jurídico argentino no condena alguna conducta lesiva de un ciudadano para sí mismo. El que intenta suicidarse y falla, no es detenido. En el caso de los consumidores de drogas, si tienen problemas de adicción, la situación no se resuelve desde el punto de vista penal.
Fuente: Tiempo Argentino
Link: http://tiempo.elargentino.com/notas/autocultivo-de-marihuana-va-contra-del-narcotrafico
Recuadro
Los calvarios innecesarios de Matías, Alicia y William
Por Ramiro Barreiro, redactor de Tiempo Argentino
La escritora e investigadora argentina Alicia Castilla lleva más de 70 días presa en Uruguay por tener en su casa 29 plantines de marihuana que todavía no tenían sustancia psicoactiva. Matías Faray está privado de su libertad por tener una cantidad similar de plantas y seguramente pasará las pascuas tras las rejas. Establecer un paralelo religioso sería de mal gusto, aunque el aroma de la injusticia genere arcadas. Ese grito es el que ocupan cientos de miles de gargantas que no elijen el alcohol para buscar un estado de ebriedad y que no están acostumbrados a reclamar. Hoy se ven obligados a endurecer una causa que nació inocente. Gente que, como dijo Faray, se junta para evitar que “los fumadores compren marihuana en el mercado negro”.
En paralelo, un prefecto fue detenido el 9 de abril en Carlos Paz cuando quiso ingresar marihuana y drogas para vender en un recital de La Renga. Intentó sobornar con 100 dólares al policía que lo descubrió, pero igual fue arrestado. Pero en ese caso, su identidad fue resguardada y no recibió los apremios que sí sufrió William Vargas en una cárcel de Mendoza, donde cumple una condena de tres años de prisión por tener siete plantines de marihuana. Alicia, Matías y William viven calvarios innecesarios.
Fuente: Tiempo Argentino
Link: http://tiempo.elargentino.com/notas/los-calvarios-innecesarios-de-matias-alicia-y-william
Un arresto reaviva el debate por la despenalización de la marihuana
Por Juan Diego Britos y Martín Sassone
Policías de la comisaría de Villa Tesei allanaron su casa luego de la denuncia de un vecino. Lo acusaron de vender drogas, pero la justicia de Morón sólo le imputó cultivo y siembra. Pese a eso, sigue preso con delincuentes comunes.
Una clásica redada policial: muchos agentes en acción y algunos patrulleros estacionados sobre la colectora de la Autopista del Oeste, a metros del cruce de Gaona y Vergara, en Morón. Ansiosos, los empleados de la estación de servicio ubicada en esa esquina esperan que los investigadores saquen al temible criminal. Lentamente, los curiosos se amontonan. Nadie quiere perderse el show. A los pocos minutos comienza el desfile. Primero sacan al sospechoso, un joven flaco, barbudo, que vive en el tercer piso de un edificio. Detrás salen los policías, que llevan 25 plantas de marihuana, macetas, semillas rotuladas y otros elementos que el muchacho utilizaba para cultivar cannabis.
“Cultivaba marihuana en su departamento para su posterior comercialización. Se secuestraron plantas de distintos tamaños, que se encontraban en el balcón con iluminación artificial, sistema de aire y distintos tableros eléctricos para generar atmósfera adecuada para su crecimiento”, decía el parte que el Ministerio de Seguridad bonaerense se encargó de mandar a las redacciones de los medios el viernes 15 de abril. Aunque eso no era del todo cierto.
“No le pudieron comprobar la comercialización. Los policías le habían dicho a la fiscal que el sembraba, cultivaba y vendía. Pero esto no era así”, dijo un vocero a Tiempo Argentino.
Según fuentes policiales, un llamado a la comisaría alertó sobre los movimientos “sospechosos” en el departamento de Matías. “Podría ser una vecina o un vecino policía”, apuntó una fuente. El operativo fue autorizado por la jueza de Garantías de Morón Mónica López Osornio, la misma que en 2002 benefició al cura pedófilo, Julio Cesar Grassi, con un régimen de libertad morigerada.
Pese a la acusación policial, a Matías lo procesaron por violar el inciso A del artículo 5 de la Ley 23.737 (también llamada Ley de Drogas) que reprime “con reclusión o prisión de cuatro a 15 años (...) el que sin autorización o con destino ilegítimo siembre o cultive plantas o guarde semillas utilizables para producir estupefacientes, o materias primas, o elementos destinados a su producción o fabricación”.
Durante el allanamiento, los policías encontraron un revólver calibre 22 corto sin papeles. Sin embargo, cuando declaró en la fiscalía de Morón, el muchacho dijo que el arma era de un amigo, que ahora vive en España. “Pensé en llevarla al RENAR”, confesó antes de ser trasladado a la comisaria de Villa Tesei, donde permanece detenido en una celda junto a presos comunes. Los voceros agregaron que cuando enfrentó a los fiscales, Matías “dio una clase magistral de cultivo, habló de propiedades medicinales de la marihuana y afirmó que está comprometido con la causa de la despenalización”.
El lunes próximo, luego del fin de semana largo, la fiscalía a cargo del expediente pedirá la prisión preventiva para Matías. De ser así, su defensa, a cargo de los abogados de la revista canábica THC, podrá solicitar la morigeración de pena y así él podría recuperar la libertad. Pero no sus plantas.
Lo más curioso de este caso es que, mientras desde el ministerio de Ricardo Casal anunciaban la detención de Matías, cuatro agentes de la Bonaerense –que aparecieron en las escuchas telefónicas de una banda narco– eran capturados por piratería del asfalto, comercialización de drogas y robos de automotores. Casualidad o no, todos los detenidos se desempeñaban en la DDI de Morón, el mismo municipio donde vive Matías.
Fuente: Tiempo Argentino
Link: http://tiempo.elargentino.com/notas/arresto-reaviva-debate-despenalizacion-de-marihuana
Recuadro
Explicaciones poco convincente
Al cierre de esta edición, Matías Faray continuaba detenido en la comisaría de Villa Tesei, en Avenida Vergara al 2300. Tiempo Argentino se comunicó con el jefe de esa seccional, comisario Sergio Iglesias, que respondió sobre los motivos que llevaron a los agentes de esa dependencia a realizar el allanamiento que terminó con la detención.
– Comisario, ¿en qué se basaron para allanar el domicilio de Matías Faray?
–En una investigación realizada por efectivos de esta comisaría.
–¿Los agentes comprobaron que vendía drogas?
–La cantidad incautada hace pensar que no era para consumo personal.
–¿Pero ustedes sabían la cantidad que iban a encontrar antes de allanar?
–No.
–¿A la fiscalía aportaron filmaciones y fotos de Matías Faray vendiendo drogas?
–No.
–Antes de allanar la casa, ¿los investigadores sabían que Faray era militante pro cultivo y que fue entrevistado en el programa de Víctor Hugo Morales?
– No.
–¿Sabían que en mayo de 2010 habló en la marcha a favor de la despenalización del cultivo de marihuana frente al Congreso de La Nación?
– No.
–¿Los investigadores no podrían haber colocado el nombre y apellido del acusado en Internet para enterarse de quién era, sin necesidad de irrumpir en su domicilio?
–No. Ni siquiera sabía que esta persona aparece en Internet.
–No hubo fotos, filmación ni búsqueda en la Web. Tenían información a mano. Ahora la fiscalía dice que no se comprobó la comercialización, ¿cómo investigaron?
– Eso no se lo puedo decir.
Fuente: Tiempo Argentino
Link: http://tiempo.elargentino.com/notas/explicaciones-poco-convincentes
Recuadro
Una ley nefasta que promueve los males que dice perseguir
Por Sebastián Basalo, director de la revista THC
Mientras se escriben estas líneas, un querido amigo se encuentra tras las rejas por cultivar marihuana para su consumo. Su familia lo está sufriendo y su laburo está en riesgo. La Policía Bonaerense, con el aval de la justicia y el beneplácito de la gobernación provincial, dio un paso más en su deliberada promoción del narcotráfico: acaba de encerrar, como de costumbre, a un usuario de marihuana que plantaba para no tener que ir a comprar al mercado negro, promoviendo directamente que se financie el narcotráfico que dicen querer combatir.
Obviamente que este gran bochorno no es un capricho jurídico-policial, sino que es posible porque nuestra Ley de Drogas 23.737 lo exige, cuando en lugar de circunscribir su accionar a los delitos relacionados con el tráfico, penaliza abiertamente a aquellos que “tienen” o “cultivan”, y explica en sus fundamentos que de este modo, al detener a todos los que tengan drogas y obligarlos a demostrar frente a un juez que son usuarios, se iba a llegar a identificar a los grandes narcotraficantes. A pesar de violar todo principio de inocencia, tuvieron que pasar más de 20 años de aplicación de este modelo para comprobar que de las más de 12 mil personas detenidas por año, menos de diez terminan siendo condenadas por comercio y más de 10 mil demuestran que su “tenencia es para consumo personal”.
Así, nuestra nefasta Ley de Drogas no hizo más que promover los males que dice perseguir: expandió el narcotráfico, facilitó el surgimiento de cocinas de pasta base de cocaína y elevó por las nubes los índices de consumo de drogas. Sin contar los más de 40 millones de pesos que le hace gastar al Estado en el jueguito de detener usuarios para posibilitar un gran negocio. En base a estos hechos, ya no queda lugar a dudas. Todas aquellas personas que se oponen a la despenalización de la tenencia de drogas y el autocultivo son, por acción u omisión, promotores y cómplices del narcotráfico. ¿No deberían dar explicaciones por ello?
Fuente: Tiempo Argentino
Link: http://tiempo.elargentino.com/notas/una-ley-nefasta-que-promueve-los-males-que-dice-perseguir
Recuadro
El autocultivo de marihuana va en contra del narcotráfico
Por Victoria Donda, diputada nacional de la agrupación Libres del Sur
Nuestro proyecto propone la despenalización del consumo y la tenencia simple de drogas. También proponemos despenalizar el autocultivo de marihuana, que va en contra del narcotráfico. Un ejemplo es el caso de Brasil, donde el PT propuso la creación de cooperativas de marihuana para combatir el narcotráfico.
En nuestro país el tráfico de drogas existe en connivencia con la policía y con un sector del poder político. De otra manera, sería imposible que existan redes de narco que envíen toneladas de droga en avión a Europa –desde el aeropuerto de Palomar, no muy lejos de la casa de Faray– o que exista una pista de aterrizaje en Formosa, ubicada en una propiedad del ex concejal Héctor Hugo Palma.
La ley tiene que ser muy dura con los que trafican en los barrios, no con pibes como Matías. Este punto tiene que quedar bien en claro: el narcotráfico perdura gracias a los contactos que mantiene con policías y políticos.
Por otra parte, el andamiaje jurídico argentino no condena alguna conducta lesiva de un ciudadano para sí mismo. El que intenta suicidarse y falla, no es detenido. En el caso de los consumidores de drogas, si tienen problemas de adicción, la situación no se resuelve desde el punto de vista penal.
Fuente: Tiempo Argentino
Link: http://tiempo.elargentino.com/notas/autocultivo-de-marihuana-va-contra-del-narcotrafico
Recuadro
Los calvarios innecesarios de Matías, Alicia y William
Por Ramiro Barreiro, redactor de Tiempo Argentino
La escritora e investigadora argentina Alicia Castilla lleva más de 70 días presa en Uruguay por tener en su casa 29 plantines de marihuana que todavía no tenían sustancia psicoactiva. Matías Faray está privado de su libertad por tener una cantidad similar de plantas y seguramente pasará las pascuas tras las rejas. Establecer un paralelo religioso sería de mal gusto, aunque el aroma de la injusticia genere arcadas. Ese grito es el que ocupan cientos de miles de gargantas que no elijen el alcohol para buscar un estado de ebriedad y que no están acostumbrados a reclamar. Hoy se ven obligados a endurecer una causa que nació inocente. Gente que, como dijo Faray, se junta para evitar que “los fumadores compren marihuana en el mercado negro”.
En paralelo, un prefecto fue detenido el 9 de abril en Carlos Paz cuando quiso ingresar marihuana y drogas para vender en un recital de La Renga. Intentó sobornar con 100 dólares al policía que lo descubrió, pero igual fue arrestado. Pero en ese caso, su identidad fue resguardada y no recibió los apremios que sí sufrió William Vargas en una cárcel de Mendoza, donde cumple una condena de tres años de prisión por tener siete plantines de marihuana. Alicia, Matías y William viven calvarios innecesarios.
Fuente: Tiempo Argentino
Link: http://tiempo.elargentino.com/notas/los-calvarios-innecesarios-de-matias-alicia-y-william
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